Cheesecake + recomendación

¡Hola! Hoy toca nueva receta, que sé que ya echabais de menos esta sección. Se ha echo de rogar un poco, pero aquí tenéis por fin mi mejor cheesecake hasta la fecha. Al menos cada una de las personas que la han probado han quedado encantadas (y no todos eran familiares, que tiene más mérito, jeje), así que volveré a hacerla otra vez seguro. Tarda cerca de dos horas en hacerse (en el horno) más el tiempo de elaboración, así que tiene su faena, pero os aseguro que merece la pena. Está de muerte :)

CHEESECAKE

Ingredientes:

* 60 g. de mantequilla.
* 100 g. de galletas María.
* Una vaina de vainilla.
* 70 g. de frutos secos. Nueces de macadamia o normales, avellanas, almendras, etc...

* 4 huevos tamaño mediano
* 600 g. queso Philadelphia (u otra marca).
* 500 ml. de nata líquida para postres.
* 1 yogur griego sin azúcar.
* 200 g. de azúcar.


Para la cobertura:

* Yo le puse mermelada de arándanos, pero podéis ponerle la que más os guste, de fresa, frambuesa... Para la decoración se le pueden poner arándanos, fresas, o frambuesas. O no ponerle fruta.

Elaboración:

1. Triturar bien las galletas hasta que queden prácticamente como polvo. Después trocear los frutos secos en trozos pequeños. Derretir la mantequilla en el microondas. Hacemos un corte superficial a lo largo de la vaina de vainilla, y con un cuchillo raspamos el interior hasta extraer las semillas. A continuación mezclamos en un bol las galletas trituradas con los frutos secos, las semillas de vainilla y la mantequilla hasta que quede una masa compacta.
2. Ponemos papel de horno en la base de un molde desmontable, y extendemos la masa apretando con una cuchara. Calentamos el horno a 180º, y lo metemos durante diez minutos para que se endurezca la base.
3. A continuación, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos la nata, el yogur griego, y el queso. Volvemos a batir, pero sin levantar mucho la batidora, para que no coja mucho aire. Ya podemos verter la crema de queso sobre la base que ya habremos sacado del horno. La tarta se hace al baño maría, así que introducimos el molde en una fuente con agua (un dedo de altura). Es mejor forrar el molde con papel de aluminio, para evitar que no entre nada de agua.
4. Introducimos la tarta en el horno a 150º, y la horneamos durante 1 hora 45 minutos. Pasado ese tiempo, abrimos un poco la puerta del horno, y dejamos enfriar la tarta en su interior.
5. Una vez se ha enfriado, ya podemos ponerle la mermelada. Para que sea más fácil de extender,  lo que yo hago es poner en un cuenco la cantidad que voy a usar, y la caliento un poco en el microondas. Así tiene la textura perfecta.

Por último decoramos la tarta a nuestro gusto, y la dejamos enfriar en la nevera como mínimo varias horas. Yo siempre la hago de un día para otro. Cuanto más tiempo la dejemos enfriando, mejor estará.

Y este es el trozo que me metí entre pecho y espalda. Bueno, uno de ellos, porque al día siguiente repetí. No sé ni como empezar a describiros lo buena que está. La acidez de las frambuesas contrasta muy bien con la dulzura de la tarta, y los frutos secos le aportan un punto muy rico. Volveré a hacerla antes de que termine el año sin duda. Aunque seguiré buscando nuevas recetas de tarta de queso. Será que no hay...

-LA RECOMENDACIÓN-

Aunque no me considero fan de Jane Austen, cuantos más libros suyos leo, más aprecio Orgullo y prejuicio. Al ser el primer libro que leí de la autora, su estilo me pareció muy novedoso, así como su forma de retratar la sociedad y personajes de la época. Entiendo que sea su libro más famoso, porque lo tiene todo. Lo malo es que después de leer este, el resto ya no me parecen tan originales. 

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Pronto os traeré otra receta facilita (más que esta), acompañada de otra recomendación. ¿Con cual de las dos cosas os quedáis? ^^

¡Buen fin de semana!